En el mar
Un ruido contante de olas meciéndose arrulla el ambiente. El sol golpea con fiereza lo que toca. Cuerpos deseosos de broncearse se muestran sobre la playa. Gaviotas vuelan casi rosando al mar ancho. Algunas lanchas flotan un poco más allá. De pronto una pasa a velocidad arrastrando a una esquiadora. De cuerpo esbelto y de estatura alta maneja con destreza los esquís sobre el agua.
-¿Cómo lo sientes? -le preguntan desde la lancha-.Suave, excitante –ella informa.
Algunos corren sobre la amplia playa. Están pendientes de su físico. Niños corretean persiguiéndose en un juego divertido.
-Que te alcanzo –grita uno-. ¡Qué va, No puedes! –le responden.
Un anciano y dos nietos construyen un castillo sobre la arena.
-Abuelo no puedo con la torre. No aguanta. Se cae –grita un chiquillo-.No humedezcas mucho la arena –le aconseja.
Al consumirse el día la playa ya luce desierta. Es de noche. Pocas luces le alumbran. Una pareja llega. Traen una botella de licor. Toman varios tragos. Quizá demasiados. Se acuestan en la arena. Se abrazan. Se besan. Unos instantes después ella se levanta y corre hacia el mar.
-¡Ven nademos! –invita. Su compañero; pasado de copas; no responde ya cayendo en una modorra.
Ella se aventura en el agua. Bracea sin rumbo. Adentrándose en la profundidad imprudentemente. Súbitamente la superficie del agua se agita. En lo profundo se sienten corrientes. Ella extrañada mira a su alrededor sin comprender. Cuando siente una arremetida. Y un dolor en su pierna que la hace quejarse. Presa de confusión trata de apartarse. Cuando una fuertísima sacudida la lleva a un lado y luego al otro a una velocidad y con una fuerza sorprendente. El dolor se intensifica. Y su cuerpo sale sobre la superficie. Ella observa a la bestia que la tiene prisionera en sus fauces. Cuando con igual fuerza la hunde arrastrándola en la profundidad. Presa del terror grita solicitando ayuda.
-¡Auxilio! ¡Me lleva el tiburón! –grita en desesperación.
Pero nadie le escucha. Su compañero está en profundo sueño. Y no hay mas nadie en el alrededor. El inmenso animal se desplaza en el agua turbulenta a velocidad. La chica es arrastrada. Solo siente un terrible dolor en su pierna prisionera de la boca del animal. Pierde respiración. Abre su boca buscando aire pero solo traga agua. Muy pronto morirá.
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